La primera semana del mes de Agosto se celebra la Semana Mundial de la Lactancia Materna, destinada a fomentar y a mejorar la salud de los bebés de todo el mundo, con ella se conmemora la Declaración de Innocenti de Agosto de 1990.

La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo saludables; ya que es inocua y contiene anticuerpos que ayudan a proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia, reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario en la madre y ayuda a las mujeres a recuperar más rápido su peso anterior al embarazo; además de contribuir con la economía familiar. Adolescentes y adultos que fueron amamantados por un periodo de al menos 6 meses, tienen menos tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad, diabetes mellitus tipo II y obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia.

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más; lo que nos habla de que no hay “tiempos máximos” sólo se postula el MÍNIMO tiempo requerido para la lactancia materna exclusiva y la complementaria.

A nivel mundial, menos del 40% de los lactantes menores a 6 meses reciben leche materna como alimentación exclusiva y aproximadamente un 30% de la población mundial de menos de 5 años tiene retraso del crecimiento a consecuencia de la mala alimentación y de infecciones a repetición. (Fuente: OMS)

¿Y por casa como andamos?

En Paraguay el 31,3% de los lactantes menores a 6 meses recibieron leche materna de manera exclusiva y 21% de niños y niñas continuó con la lactancia materna complementaria hasta los 2 años de edad; y si miramos a las madres tenemos el menor índice de lactancia materna de la región, ya que sólo el 12,5% de las madres amamanta. (Fuente: DGEEC – MICS Paraguay 2016)

No es una tarea fácil, y prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud. Nosotras las mujeres tenemos una gran responsabilidad con la salud de nuestros niños y una gran presión social, cada binomio es un mundo y debemos respetarlo, cada uno a su modo, a su tiempo, sin presiones, sin miradas estigmatizantes, dejemos que cada binomio decida si hacerlo o no y hasta cuándo.

Yo personalmente decidí dar de mamar y lo sigo haciendo desde hace 46 meses, al comienzo mi experiencia fue frustrante y muy dolorosa, todos los días eran iguales llenos de grietas, llantos y dolor! Hasta que se convirtió en mi rutina y como el amor de una madre todo lo soporta seguimos con muchas dudas pero sin saltar ni una sola toma y fuimos ganando la batalla, mejorando posturas, informándome y con el apoyo incondicional de mi esposo se convirtió en el acto de amor más placentero que experimenté hasta el día de hoy.

         ¿Si me preguntan si fue lo que esperaba? 

¡Respondería que NO! Que superó ampliamente todas mis expectativas, me dió mucho más de lo que yo esperaba, miradas que las voy a llevar grabadas en el corazón el resto de mi vida.
La lactancia me ha enseñado que es mucho más que un mero alimento para el cuerpo físico, sino que también es un alimento para el alma.

Por estos tiempos ya nos vamos despidiendo, con escasas tomas diarias y días sin toma; pero mi hijo tiene el timón de nuestro barco llamado lactancia y es él quien decidirá cuándo será la última vez, pero será un "HASTA PRONTO", hasta que me embarque en un nuevo barco con nuevo capitán. Mientras tanto seguimos disfrutándola todos los días.
Te aliento a vos mamá a perseverar en este camino lleno de adversidades pero con un hermoso destino, y te aseguro que jamás te arrepentirás del recorrido!